Tanto la avena como la leche poseen propiedades hidratantes y exfoliantes que nos ayudan a limpiar los poros de impurezas y a evitar, así, la aparición de granitos
MASCARILLA DE AVENA CON LECHE
- Empieza mezclando la avena con la leche hasta obtener una pasta más o menos espesa.
- Luego, lávate la cara con un jabón regular y mucha agua.
- Aplícate la mascarilla, evitando acercarte demasiado a los ojos.
- Una vez extendida por todo el cutis, déjala actuar durante 15 minutos al menos.
- Retira con agua fría.
- Repite el tratamiento 3 veces por semana. Los resultados no son inmediatos, por lo que se requiere de constancia si se desea obtenerlos en poco tiempo.
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